Me llevarás a correr, por calles que nunca antes había visto, de esas que están hechas de piedra y te destrozan los pies, pero ¿cómo iba a importarme esa tontería, si me estoy sumergiendo en bulevares cimentados de historia? Es eso lo que quiero, volver a nacer, sentirme una niña y dejarme querer por ti.
¿Quién sabe si algún día, asomada desde la terraza de algún lugar en medio de la nada alcance la luna? Siempre la admiré por poder provocar el fin de nuestro mundo si algún día le apetece descansar.
Pues, ¿qué sería de nosotros en la noche, sin la luna? No obstante, no quiero pensar. Esta noche sólo quiero bailar e imaginarme a tu lado, viuda del desasosiego y con anhelo de volar.
Alice