Mostrando entradas con la etiqueta romance. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta romance. Mostrar todas las entradas

domingo, 25 de diciembre de 2016

Aunque sea sin querer

Sí, ya lo sé.
Abrí mis alas para partir tan pronto como llegué a aquella ciudad maldita en la que pasé el mejor período de mi vida, tan efímero como dos miradas que se cruzan en el gentío, como las nuestras en aquella estación, la que fue para mí el madero al que mi vida se aferró.
No fuiste tú el culpable, fui yo tal vez. Porque sólo con verte supe que no te podría tener. Me pregunto ahora que fue aquello que pensé, para olvidar mi sensateImagen relacionadaz y seguir adelante, adentrándome en tu locura. La prisión de mi soledad, quizá, que te dejó abierto de par en par mi corazón en plena boca de invierno. O fue el hecho de abandonarte tal y cómo aparecí en tu existencia, en silencio y con sigilo, como la pluma que te regalé, como mi vida. Pero tú nunca permitiste que aquella idea se alojara en mi mente. Tú, siempre tú. Que no me dejas ni marchar ni rendirme a ti.
Pero si no fue nuestra culpa, ¿de quién fue? A veces pienso que el delito lo cometió París, tan hermosa ciudad como era, abría heridas cuando hablaba ante nosotros, cuando nos llenaba el alma de luz y mariposas que lo invadían todo. París, tu musa, la que me vio florecer y también desfallecer.
Aquel pasado abrió una brecha en mí que aún no he sabido curar. No sé por qué, siento que te estoy traicionando a cada momento que no pienso en ti, es algo que no alcanzo a explicar. Pero luego caigo en la cuenta de que tú, que eres un cazador de historias, que usas la mentira para vencer al engaño y transmitir una verdad que está prohibida, nunca reparaste en mí cuando escribías, nunca dedicaste tu obra a mi inicial. Por eso nunca quise decirte cuánto adoraba aquellos mundos que creabas. Fue a través de ellos cómo te conocí, así reconstruí al niño que habías sido, del que tanto me hablaron, al que conocí y al que hoy no encuentro por ningún rincón.
Puedo decir que soy un espectro, soy aquel pasado que me hiciste vivir. Lo que tu eras es lo que soy y no puedo hacer nada para no volverte a perder una y otra vez en cualquier amanecer.
Cuando lo mejor de tu vida quedó atrás, ¿qué hacer? Sólo me queda cuidarte para toda la vida y quererte a través de tus escritos, así, en la distancia, aunque duelas igual. A cambio sólo te pido: recuérdame, aunque sea sin querer.

Alice

miércoles, 12 de octubre de 2016

Una ilusión inverosímil

   Él le dijo que nadie más, salvo ella misma, era un obstáculo en su camino.

   Ella contestó que quería escapar, ser alguien diferente... Que el universo se ensanchara ante ella como un lienzo de astros que custodian la noche silenciosamente, inmóviles.

   Repetidamente compartía con su alma el anhelo por aquella dulce fantasía, que cada madrugada se encontraba en sueños, tan vívidos y a la vez tan lejanos, que le dolía cuando se encontraba de nuevo con los ojos encendidos por un nuevo día. Como le ocurría a Hemingway, su mundo se desmoronaba cuando estaba despierta y tenía que enfrentarse a su cobardía.

 Para ella, incluso el tiempo había perdido su atractivo, no echaba de menos, no sentía. Obsesionada cada instante con sus ideas imaginativas acerca de una vida que no era la suya, una existencia ajena a este mundo y a lo que la rodeaba, sin saber que estaba cerca suya lo que más quería.

   Pero tras mucho sacrificio, apareció aquella ensoñación suya al mirarse al espejo con los ojos bien abiertos, y la fortaleza de una ciudadela antigua. Vaporoso vestuario, actitud seria pero comprometida. Subió al escenario. Como siempre, estaba sola, pero en su interior, más acompañada que nunca, no por un remolino de nervios que hacía temblar su esencia, sino por una quimera que asimilaba todavía.

   Puede que pareciese frágil, pero su mirada afilada no mentía, ni su silueta vacilaba al trenzar la vereda de su melodía, casi sin esfuerzo danzaba y hechizaba a cualquier criatura. Ahora su mente estaba absorta de aquellas miles de pupilas que habían comprado su entrada, sus sentidos funcionaban al margen de lo que palpaban. Había conseguido lo que tanto quería, convertirse en quien no era, un errante espíritu sin dueño, un navío sin faro, un mundo sin luminiscencia.

   Fue entonces, al verle en la primera fila, cuando abruptamente se dio cuenta, de que había sido ella misma todo el tiempo. Se alarmó al notar que no era fingir lo que ambicionaba, sino el escenario y el apoyo de su fiel conocido. Puede que su corazón estuviese roto, pero su piel relucía como la mejor perla del cofre de un tesoro y su esencia florecía como si fuese el mes de abril, y no el frío octubre. Ya no interpretaba un papel, ahora era ella quién se lucía.

   Entre cómplices miradas, acabó la función tal y cómo debía, si la perfección existiera, no sería muy distinta a ella volando al son de aquel ballet. Él no había dudado ni por un momento que aquello ocurriría.



Alice

jueves, 24 de diciembre de 2015

Diciembre

today's travel inspiration:  

Diciembre ha llegado y se ha ido sin noticias tuyas.
Aunque te hayas marchado de esta ciudad, sigues estancado en mi cabeza y estás en todos mis futuros.
Pienso en olvidarte pero luego me pregunto a mí misma como soy tan siquiera capaz de sopesar la posibilidad de borrarte de mi pensamiento.
Voy por la carretera, camino a ninguna parte. El invierno parece aún más frío y tú más lejos... No hay tráfico alguno y el horizonte cada vez es más oscuro.
No sé cómo lo haces para que te siga teniendo tanta estima, después de irte sin decir ni adiós, esta nostalgia ya no tiene explicación, pero, ¿sabes qué?
Tampoco necesito que la tenga.
Yo ya no sé cómo lo hago para pretender que no estoy dormida aún en aquel mar de recuerdos, en los viajes por carretera, en los atardeceres en aquel muelle que imaginábamos desde el balcón.
Cariño, la distancia no es motivo ni razón.
Y que si hoy volvieras a preguntármelo, me da igual tenerte lejos, a cien mil kilómetros, con tal de que me sigas queriendo. Hoy daría lo que fuera por que me quieras.
Pero el tiempo no pasa en balde para ninguno de los dos y yo ya no tengo fuerzas para mayor espera ni ilusión por tu regreso.
Me vuelvo a prometer una vez más que cesaré en esta obsesión, pero ni con diciembre te has ido y así, este invierno cada vez se hace más helado y eterno.
Feliz Navidad, y no olvides que no te olvido, ni ayer, ni hoy, nunca.
Alice



sábado, 7 de noviembre de 2015

Reseña de El juego del ángel de Carlos Ruiz Zafón

Título: El juego del ángel
Autor: Carlos Ruiz Zafón
Páginas: 672
Género: Novela
Subgénero: Intriga y misterio
Año: 2008

Sinopsis 

 El Juego del Ángel es una gran aventura de intriga, romance y tragedia, a través de un laberinto de secretos donde el embrujo de los libros, la pasión y la amistad se conjugan en un relato magistral. Con El Juego del Ángel el autor de La Sombra del Viento regresa al Cementerio de los Libros Olvidados y nos sumerge de nuevo en su fascinante universo. En la turbulenta Barcelona de los años 20 un joven escritor obsesionado con un amor imposible recibe la oferta de un misterioso editor para escribir un libro como no ha existido nunca, a cambio de una fortuna y, tal vez, mucho más. "La próxima vez que quieras salvar un libro, no te juegues la vida... Te llevaré a un lugar secreto donde los libros nunca mueren y donde nadie puede destruirlos."

Opinión personal

Este es el segundo libro de la saga del Cementerio de los Libros Olvidados. Es la continuación a La sombra del viento (mi libro favorito), aunque se sitúa en un tiempo y un espacio anterior a éste, se puede leer como un libro independiente al igual que los demás de la saga. Pero claro, la gracia está en que si te has leído el anterior atas cabos en muchos detalles y facilitan la lectura. Además podría decirse que ha sido uno de sus libros que han causado más polémica debido a la variedad de opiniones acerca de él.

"Un escritor nunca olvida la primera vez que acepta unas monedas o un elogio a cambio de una historia. Nunca olvida la primera vez que siente el dulce veneno de la vanidad en la sangre y cree que, si consigue que nadie descubra su falta de talento, el sueño de la literatura será capaz de poner techo sobre su cabeza, un plato caliente al final del día y lo que más anhela: su nombre impreso en un miserable pedazo de papel que seguramente vivirá más que él. Un escritor está condenado a recordar ese momento, porque para entonces ya está perdido y su alma tiene precio."
El juego del ángel  nos cuenta la historia de David Martín, un joven que desde una temprana edad ha mostrado su interés en los libros y la escritura, al igual que el protagonista de La sombra del Viento. A través del libro veremos como avanza su carrera como escritor, a veces truncada y explotada.
A lo largo de la novela David nos cuenta acerca de su turbulenta infancia, con un padre estricto que le dejó sólo en el mundo demasiado pronto, convirtiéndose Pedro Vidal, íntimo de su padre, en su mentor que le ayuda en sus primeros años.
"Por norma general, cuanto más talento se tiene, más duda un de tenerlo -dije-. Y a la inversa."
La vida de David Martín cambia drásticamente cuando recibe una oferta de un misterioso hombre, Andreas Corelli. Andreas le ofrece una suma de dinero inverosímil y un milagro a cambio de que David escriba un libro radical, algo que nunca nadie haya escrito jamás, una nueva religión. Aunque en un principio David no se interesa por aceptar su oferta, termina por acceder y comienza este nuevo proyecto que le hará pronto darse cuenta de los misteriosos sucesos que rodean a Andreas Corelli y su relación con el viejo propietario de su actual casa.
Por otra parte, la existencia de David no es fácil, ya que tiene que aguantar como su amor imposible, Cristina Sagnier, se le escapa de las manos, ya que a pesar de que ambos comparten el mismo sentimiento, por circunstancias mayores no pueden estar juntos, lo que hace aún más amarga la vida de David que tiene que aguantar muchas decepciones.
"-¿Sabe lo mejor de los corazones rotos? - preguntó la bibliotecaria. Negué. - Que sólo pueden romperse de verdad una vez. Lo demás son rasguños."
La novela se divide en tres partes, y sólo con leer la primera supe que no me defraudaría, y así fue. En esta primera parte incluso llegué a pensar que sería mejor que La sombra del viento. Si realmente lo ha sido, no lo sé, me gustan las dos casi por igual, pero no puede decantarme por una debido a que son completamente distintas a pesar de tener ciertos elementos en común (aunque éstos suelen estar presentes en todas las novelas de Zafón). El juego del ángel no es exactamente de la misma línea de su predecesor, puesto que incluye muchos elementos de realismo mágico y es una novela mucho más oscura que la primera por algo que explicaré a continuación.
"- La envidia es la religión de los mediocres. Los reconforta, responde a las inquietudes que los roen por dentro y, en último término, les pudre el alma y les permite justificar su mezquindad y su codicia hasta creer que son virtudes y que las puertas del cielo sólo se abrirán para los infelices como ellos, que pasan por la vida sin dejar más huella que sus traperos intentos de hacer de menos a los demás y de excluir, y a ser posible destruir, a quienes, por el mero hecho de existir y de ser quienes son, ponen en evidencia su pobreza de espíritu, mente y redaños. Bienaventurado aquel al que ladran los cretinos, porque su alma nunca les pertenecerá."
La Barcelona de los años 20 es una de los protagonistas de esta historia. Como siempre, Zafón nos la muestra tan bien y con tanta sensibilidad que uno piensa que está en sus calles. Siempre misteriosa y gótica, al igual que en La sombra del viento. Las descripciones son muy vívidas y melodiosas por lo que parece que la propia Barcelona es una protagonista más con vida propia.
El protagonista, David Martín, he de decir que efectivamente es mi personaje favorito, y he de confesar que me ha gustado incluso un poquito más que Daniel Sempere... Será quizá porque no es tan niño como Daniel, sino que en la novela mayoritariamente lo vemos como un adulto. Es alguien carismático, sarcástico y que en el fondo tiene sentimientos que no se atreve a mostrar. Aunque también es desagradable a ratos, torturado por la soledad, la enfermedad y un enamoramiento desgarrador. A lo largo de la novela podemos ver como su locura se hace más evidente -a veces no sabemos si las cosas pasan realmente o es sólo obra de su imaginación-, vemos como a pesar de ser inteligente, muchas veces sus impulsos le hacen cometer errores que le hunden y le hacen atravesar por muchísimos desengaños, uno llega a sentir la propia desesperación y rabia de David, de modo que al menos en mi caso, logré conectar con él por completo.
 "- Tiene usted mala cara - dictaminó. - Indigestión - repliqué. - ¿De qué? - De realidad."
Andreas Corelli es otro de los protagonistas, un intrigante personaje que a veces se nos muestra como un ángel y otras como un demonio. Trabaja en Éditions de la Lumière, en París, o al menos eso dice él, aunque esto es imposible de probar para David. Es siempre capaz de encontrar al protagonista y lo sabe todo acerca de él. Sus conversaciones con David son muy intensas e interesantes, a menudo filosóficas y religiosas -sin hacerse pesadas-, contienen tantos detalles que pienso que para conseguir atar cabos es necesario una segunda lectura. 
"... y cuando sonríe incluso me parece que este cochino mundo tiene algo de futuro..."
Cristina Sagnier, es la hija del chófer de Pedro Vidal, a pesar de que al principio no muestra mucha simpatía a David, terminará por convertirse quizá en el único pilar de su vida, a pesar de sus muchos encuentros y desencuentros.
"La única manera de conocer realmente a un escritor es a través del rastro de tinta que va dejando, que la persona que uno cree ver no es más que un personaje hueco y que la verdad se esconde siempre en la ficción"
Isabella es una joven adolescente, pupila de David que tiene un gran talento para escribir y que luego se convierte en su secretaria.

Pedro Vidal, es el mentor de David, y le ayuda notablemente en su carrera literaria, aunque luego le defraude en otros aspectos. Posee una buena situación económica, aunque no tiene gran habilidad a la hora de escribir, por esto David decide echarle una mano.

Por último, Sempere e hijo, también presentes en esta novela, claro que esta vez no es Daniel, sino su padre, el hijo. Son un pilar fundamental en la vida de David, viejos amigos que siempre le ayudan en sus peores momentos y le apoyan desde bien niño. Mágicos.  
''Puede compartir conmigo un suculento almuerzo de pan con pasas y queso fresco de Burgos. Con eso y el conde de Montecristo se puede sobrevivir cien años.''

En conclusión, recomiendo muchísimo este libro, independientemente de haber leído el anterior o no, merece la pena por su intriga, que va siempre in crescendo. A mí la atmósfera gótica de este libro me cautivó por completo y lo valoro aún más sin compararlo con La sombra del viento, para mí merece la pena leerlo ya que es una lectura en la que el misterio es constante y la historia que cuenta, sobrecogedora, y tengo que decir que el final para mí fue precioso y completamente inapelable.

Nota: 5/5

Espero que os haya gustado la entrada,
Alice

jueves, 2 de abril de 2015

Reseña: El príncipe de la niebla de Carlos Ruiz Zafón

Título: El príncipe de la niebla
Autor: Carlos Ruiz Zafón
Páginas: 240
Género: Narrativa
Subgénero: Fantasía
Año: 1993

sinopsis

El nuevo hogar de los Carver está rodeado de misterio. En él aún se respira el espíritu de Jacob (Roland), el hijo de los antiguos propietarios, que murió ahogado en la orilla del mar. Las extrañas circunstancias de esa muerte sólo se empiezan a aclarar con la aparición de un diabólico personaje: el Príncipe de la Niebla, capaz de conceder cualquier deseo a una persona a un alto precio…

 opinión

Esta novela, Marina y las otras dos que forman la Trilogía de la Niebla (aunque son novelas independientes cuyos argumentos no tienen relación) llevan en mi casa muchísimos años. Tengo la edición de Planeta que a decir verdad es preciosa, me encanta. Son las típicas novelas que te puedes leer una y otra vez.
Esta es la primera que publicó Carlos Ruiz Zafón en 1993, así que quizá es más floja que las demás, especialmente se nota la diferencia si ya has leído la siguiente trilogía del Cementerio de los Libros Olvidados.

La historia comienza cuando la familia Carver se muda a un pueblo en la costa por motivo de la guerra que se avecina. Max, el hijo, se hace amigo de un chico llamado Roland algo más mayor que él, cuyo abuelo vive en el faro del pueblo. A su vez, Alicia, la hija mayor poco a poco se convierte en algo más que la amiga de Roland. Todo parece perfecto hasta que Max descubre un misterioso jardín de estatuas circenses. Más tarde, descubrirá quién habitó anteriormente su nuevo hogar, un matrimonio con un hijo, llamado Jacob que murió ahogado en el mar.
En el fondo del mar habita el Orpheus, un viejo buque que se hundió y sólo dejo un único superviviente, el abuelo de Roland, que les contará ''la verdad'' sobre el Príncipe de la Niebla, un misterioso personaje que concede favores a cambio de un alto precio...
 “Aquel día, sin saberlo, mientras contemplaba a su familia deambular arriba y abajo con las maletas y sostenía el reloj que le había regalado su padre, Max dejó para siempre de ser un niño.”
La narrativa de Zafón es maravillosa. Nunca me he dejado un libro suyo a la mitad, es imposible, engancha tanto, está tan bien narrado que sencillamente la lectura fluye. Es difícil explicar la sensación de leer a este autor a alguien que nunca haya tenido el placer, Zafón logra crear un clima completamente atrayente para el lector, con descripciones simplemente hermosas que logran meterte de lleno en la novela.

A pesar de que el libro se lee rápido, y mantiene su intriga de tal forma que puede llegar a resultar frustrante no irse a la última página y leer que ocurre, tiene un gran fallo. Y es que, si bien su final es cerrado, deja muchos cabos sueltos... Le habrían faltado quizá cien páginas más.
"El tiempo, querido Max, no existe; es una ilusión. Incluso tu amigo Copérnico hubiese adivinado eso si hubiese tenido precisamente tiempo. ¿Irónico, verdad?"
También ocurre que estas primeras novelas de Carlos Ruiz Zafón, consideradas como juveniles -especialmente esta, Marina no lo es tanto-  son muy parecidas. Comparte mucha similitud con, por ejemplo, El príncipe de la Niebla, el lugar en qué se desarrolla, los personajes... -Roland era practicamente como Ismael-. Aún así mantienen todas su encanto.

He de decir que el final de la novela, algo agridulce, es precioso. El autor siempre cierra sus novelas de una forma magistral y hace que los recuerdes para siempre.
En definitiva, si te gusta el misterio, el terror gótico, con un poco de romance -la historia de Alicia y Roland me gustó mucho-, también si estás iniciándote en la lectura -o no- te lo recomiendo altamente. No podrás parar de leer y te gustará Carlos Ruiz Zafón.
“Cuando llovía con fuerza, Max sentía que el tiempo se detenía. Era como una tregua en la cual uno podía dejar de hacer cualquier cosa que le ocupase en aquel momento y sencillamente acercarse a contemplar el espectáculo de aquella infinita cortina de lágrimas del cielo desde una ventana, durante horas. Dejó de nuevo el libro sobre la mesita y apagó la luz. Lentamente, envuelto en el sonido hipnótico de la lluvia, se rindió al sueño.”
Puntuación : 3.5/5
Espero que os haya gustado la entrada,
Alice